domingo, 1 de junio de 2008

Un finde eléctrico - Sábado

Y el día 31 se repite la misma historia: de nuevo directo para el informativo, de nuevo al Electric Festival (no es que me queje). Durante el viaje, no puedo pensar en otra cosa que en la maldita caseta de acreditaciones donde sé que me van a poner problemas, porque vengo con gente diferente a la que acredité de yer y me lo tengo que currar otra vez desde cero:


- Hola, hoy también hacemos directo, así que necesito pulsera para las cuatro personas, igual que ayer.
- ¿Pero no os las pusimos ayer?
- Es que hoy somos cuatro diferentes... bueno, tres, porque yo soy el mismo y vengo hoy también, así que sólo me hacen falta tres.
- ¿Y dónde están ellos? Sólo veo a uno.
- Pueees,... están con la furgoneta, que no les dejan pasar, porque no traen la pulsera puesta.
- Si no vienen aquí a ponérsela, no pueden pasar.
- Ya, ya, si ayer me acompañasteis uno de vosotros y lo arreglamos así...


Así que, algunos minutos después, consigo que otro chico majo de prensa me acompañe hasta donde están los de la furgoneta con las pulseras y yo empiezo a cantar victoria, sin saber que hay otro problema esperándome. Un guardia de seguridad enorme nos pide hoy un papel del que ayer no nos mencionó ni una palabra.


- Sin el papel con la matrícula el coche no pasa.
- ¡Pero si ayer pasamos! ¡Si estabas tú y nos dejaste pasar!
- Pues hoy sin papel no entra nadie.
- ¡Si ya se han puesto las pulseras!
- Sin papel no entra nadie


Pero yo estoy en una posición superior a la del guardia, porque yo tengo el teléfono de la encargada de prensa y ya verás cuando le diga que no nos dejas pasar para hacer el súper directo molón que tanta propaganda va a dar al Festival y por eso se desviven por nosotros, te vas a cagar y me vas a pedir perdón de rodillas, bwahahahaha.

Llamo a la de prensa y en efecto, me confirman que no necesito ningún papel.


- Oye, tu jefa dice que no hace falta papel
- ¿Ah, sí? Un momento, que voy a consultar por el walkie.


Asiento con una sonrisa maquiavélica de satisfacción. Sí, sí, tu pregunta...


- ¿Los de la tele tienen permiso para entrar con la furgoneta?


De el walkie se escucha una voz enlatada que dice:


- Scrch... Sin papel no entra nadie crshch...


¡Argh! ¡No puede ser! ¡Di que venimos al directo!


- Scrchch... Diles a los del directo que tienen su papel preparado crshc... desde hace cuatro horas en la caseta de acreditaciones rsrshch...


¡Joder! Otra vez, carrera abajo, a la otra punta del festival, a por un puto papel que me podían haber dado cuando he estado allí hace un momento...

Digamos para resumir que al final se resuelve todo, hacemos el directo y nos sentamos en la grada de prensa a ver a Within Temptation. El cámara no puede apartar los ojos de Sharon den Adel (y yo tampoco la verdad).



Por cierto que la organización, en ausencia del cámara, me hace firmar un contrato con la discográfica de este grupo, en la que tengo que representar a toda la Tele para la que trabajo y firmar de mi puño y letra que emitiremos sólo dos veces el concierto que grabemos. Sé que mañana, entre un informativo y otro, entre una repetición en el segundo canal y otra, lo van a emitir por lo menos cuatro. Y firmo, esperando que las cárceles holandesas también tengan Barrio Rojo y Coffee Shops.

Pero lo bueno está por llegar, y si hoy hay tantos grupos desconocidos en el cartel (al contrario que ayer) es porque la organización sabe, los de la discográfica saben, tú lo sabes y yo lo sé, que todo Dios ha venido hoy a ver a Metallica. Tan cierto como que Serrano escribe los post más largos de este blog.

Y los reyes no se hacen esperar. Con apenas diez minutos de retraso, se empieza a escuchar "El Bueno, el Feo y el Malo" (¿qué será de Metallica cuando quieran empezar un concierto sin esa melodía?). Enseguida me acuerdo del Maka, al que le va a dar mucha envidia este momento, y le llamo por teléfono. Se pueden sentir las lágrimas de emoción al otro lado. ¡Como escarpias! ¡Los pelos como escarpias!

Y ahí están. Hetfield dice "Metallica is here!" y todo el mundo enloquece. 54 000 van a enloquecer a la vez, a agitar las manos a la vez, a dar palmas a la vez. Llamaradas, fuego, petardos, humo. Y metal, mucho metal. En un momento salgo a la carpa de prensa, me acerco al extremo del escenario y resulta que allí está Hetfield, a 5 metros escasos de mí, apuñalando su Gibson Explorer de madera (curioso que el líder de "Metallica" lleve una guitarra de madera...). Cuando más tarde toquen "Enter, Sandman" sabré que estoy ante uno de mi Top Ten de conciertos. De mi Top Five. Qué coño, de mi Top Tres. Claro que verlo todo cómodamente sentado y con cubatas a 3 euros ayuda...

Y para celebrarlo, os dejo un vídeo que he encontrado por ahí, que en el fondo es lo que estabáis deseando y lo único que merece la pena de todo lo que he posteado hoy:

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1 comentarios:

mk dijo...

Jo macho.....la verdad es que no me lo esperaba,fue un detallazo,y se oía mucho mejor que el video que has colgado,jjj.vaya aventurillas que os pasais los curreles.
Único punto negativo de tus crónicas:¿dices que el sábado había grupos desconocidos?tsk,tsk....como te oiga el pintos.....jjj.